¿Le has pedido a Dios que te use?
Si le pedimos a Dios esto,
¿En qué áreas esperamos ser usados por Dios?
¿Darle un versículo a alguien que lo necesita?
¿Ser de ayuda económica a otros hermanos?
Siempre tendemos a pensar en esas áreas, es como la parte "bonita" de ser usado, la utopía.
Cuando entré en la Universidad en carrera de Informática nos dieron como asignatura una que nada tenía que ver con la carrera: Era simplemente lenguaje; aprender a escribir bien con buena ortografía y gramática.
El jefe de carrera nos explicó que según los reportes de empresas que contrataban a sus alumnos egresados eran buenos en su trabajo, pero a la hora de redactar textos dejaban mucho que desear.
La docente (profesora) de tal asignatura era simpática y agradable ... AL PRINCIPIO. Ella no sólo impartía esta asignatura a nuestra clase, sino a otros también (incluyendo otros cursos de Informática).
Al darse cuenta con el tiempo de cuánto "apestábamos" en asuntos del lenguaje comenzó a volverse más estricta, y se "creía el hoyo del queque" como decimos en nuestro país, y a veces nos trataba con desprecio por no responder las preguntas de manera correcta.
Yo trataba siempre de evitarla, no me caía mal, no me importaba; En cuanto a ortografía no tenía mucho problema comparado a mis otros compañeros.
Durante una semana estuve orando a Dios pidiéndole que me usara, "para lo que sea".
¿Qué esperaba yo? ¿Cuáles eran mis expectativas? Pues como hablé en el principio, no sé, que al predicar en la iglesia un hermano se acerque y diga "gracias hermano, necesitaba esto", o dar un versículo a alguien que lo necesita, o ayudar/apoyar a alguien en necesidad, etc.
LA UTOPÍA de ser usado(a) por Dios.
Dios escuchó mi oración, me usó, pero no en este ámbito "bonito" y esto es lo que quiero recalcar. Yo no le impuse límites cuando le pedí a nuestro Padre que me usara, creo que eso fue lo que me permitió experimentar algo que jamás había vivido.
Terminando ya el semestre teníamos que entregar para tal asignatura de "lenguaje" un informe y la docente iba a estar en la sala esperando a los alumnos que lo entregasen. Nosotros estábamos en la biblioteca de la universidad a esa hora, terminamos el informe y fuimos a imprimirlo y entregar el informe en la sala de clases.
Entramos en la sala de clases y justo ahí una compañera me pide un favor:
"Oye Jonny (así me decían en la universidad), ¿Le puedes preguntar a la profe' si los que entregamos el informe nos podemos ir?"; "Ok" le respondí y fui inmediatamente a ver a la profesora justo después que mi grupo entregara nuestro informe.
Ahí estaba ella conversando con otros dos alumnos (que no eran de nuestra clase) y le hice la pregunta que me mandaron a hacer.
"Profe, ¿Los que entregamos el informe nos podemos ir?"
La docente me miró feo, y enojada me levanta la voz para que toda la clase escuche:
"Usted acaba de llegar ¿y me anda pidiendo si se puede ir?"
En ese momento Dios me tomó, se apoderó de mí y comenzó a reprender a nuestra profesora en voz alta; Los mismos detalles que ella usaba para juzgarnos y a veces denigrarnos Él los usó para dejar a nuestra profesora en su lugar.
Pude experimentar la ira de Dios; y déjame decirte que la ira de Dios no es como la ira del hombre. La ira del hombre es ciega, sin calma, no hay control, pero la ira de Dios es muy diferente, estará muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy enojado pero tiene perfecto control de sí mismo, Él no se deja llevar por el enojo.
Después de todo lo que Dios le dijo para reprenderla agarré mis cosas y me fui.
Cuando me calmé no quería volver a ver a la profesora a la cara; estaba preocupado de que me "denunciara" al jefe de carrera y me echaran (era el primer semestre por favor!), o tal vez colocarme un "1.0" como nota simplemente porque se le apetecía (en la universidad los profesores igual tienen mucha autoridad).
Pero nada de eso ocurrió, parece que se dio cuenta de quién realmente la reprendió. Desde ese día en adelante, la actitud de la profesora cambió, ahora siempre estaba dispuesta a ayudar a sus alumnos con respeto.
Con esto aprendemos que ser usado por Dios no es necesariamente algo "bonito" y hasta puede ser algo que está fuera de lo que esperábamos.
Al final es algo que ocurre con normalidad, nosotros esperamos algo y en realidad Dios actúa de otra manera, lo podemos apreciar con Naamán el sirio cuando fue al profeta Eliseo para sanarle de su lepra en 2 Reyes 5:11
"Pero Naamán se retiró airado, diciendo: He aquí yo pensaba: Seguramente saldrá a mi encuentro, se detendrá, e invocará el nombre de YHVH su Dios, y agitará su mano frente el lugar, y curará la lepra."
Esto dijo después que Eliseo le dijera que se lavase en el río Jordan siete veces (algo totalmente distinto a lo que él esperaba).
Dios a veces no hace las cosas de la manera que nosotros pensamos.
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