martes, 8 de noviembre de 2016

Lo bueno y lo malo; Lo agradable y desagradable

Déjame comenzar con este clásico versículo en Romanos 8:28:

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".

y también 1 Tesalonicenses 5:21:

"sino examinadlo todo, retened lo bueno".

Entre lo que es verdaderamente bueno y lo que es verdaderamente malo podríamos caer en una mal interpretación o confusión.

Cuando muchas veces Dios nos trata de advertir sobre ciertas conductas, podemos ser un poco reacios. A veces predican sobre cosas que nos incomodan y eso nos puede llevar a ignorarlo muchas veces.

Aunque se diga "retened lo bueno", es también necesario que te des cuenta de que lo que es bueno no siempre será agradable; lo mismo se puede decir de lo que es malo.




- No me gusta comer lentejas (son desagradables), pero son buenas para mi organismo y por eso me las como igual :P.
- Nuestros padres nos daban correazos y cucharadas de palo en el trasero por desobedecerles (jajaja). No era lo más agradable del mundo, pero meditando sobre eso nos damos cuenta que nos ayudó a formar el carácter que hoy tenemos.

Como buenos hijos e hijas de Dios debemos aceptar lo que sea bueno, independiente si es agradable o desagradable, porque todas las cosas nos ayudan a bien ... incluyendo las desagradables.

Es por eso que no podemos andar juzgando algo simplemente porque me gusta o no me gusta, por eso dice "examínenlo todo". Tal vez una parte sea buena para retener, y lo demás se deshecha, pero examinar algo requiere algo de tiempo y meditación (no es simplemente mirar).

Por eso, debemos estar atentos; muchas veces cristianos huyen de las pruebas porque no les gustan, pero debemos recordar que son para nuestro bien, así aprovechamos de saber cómo vamos avanzando en nuestra vida como creyentes de Jesús.

No dejemos que lo desagradable nos impida avanzar y aprendamos a comernos el pescado sin las espinas.

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