martes, 1 de noviembre de 2016

La Decisión de la Santidad

Una noche, una familia se reunió para ver una película de acción recién descargada por el hijo mayor. El filme avanza con las esperadas escenas de acción, donde se enfrentan los protagonistas con los villanos. De un momento a otro, la acción desaparece para dar lugar a una escena un poco más subida de tono. El padre sin dudarlo toma el control remoto de la TV y la apaga. Sus hijos menores no entienden qué sucedió, mientras que el hijo mayor se deshace en disculpas señalando que no esperaba que apareciera una escena hot. Los padres aceptan las disculpas aclarándole que no se volviera a repetir.
Otro día está la misma familia reunida viendo otra película. Ahora es una comedia, donde esperan pasar un momento grato y de risas. Al avanzar en la trama, las bromas pasan de ser picarescas a tomar un sentido netamente sexual, un humor con doble sentido. En esta ocasión el padre duda en apagar la TV, están pasándolo bien. ¿Por qué arruinar ese buen momento por una escena tan corta? El padre mira a su familia para ver si encuentra algún rostro incómodo, hasta que la mirada de su mujer lo hace apagar la TV definitivamente.
Al paso de las semanas y meses, de conversaciones y discusiones, estos padres terminaros cediendo. Entendieron que toda película hoy en día vienen con esas "cosas". Tomaron para sí el dicho que dice: "Si no puedes contra ellos, úneteles".

Esta historia ilustra nuestra santidad. Muestra cómo al principio la cuidamos y la defendemos, pero poco a poco vamos cediendo a la poderosa influencia de este mundo.

Cantamos en la iglesia: "Me rindo a ti Señor". Pero la realidad es que nos hemos rendido al mundo y a todo lo que nos ofrece.


Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará;  pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. Mateo 24:12-13. NTV

La maldad ha crecido una enormidad y no debes dejar que tu amor por Dios se enfríe. Persevera hasta el fin, porque el Señor ha prometido salvarnos.

Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. Derramen lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría.  Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor. Santiago 4:7-10. NTV

Las tentaciones vienen por nuestros gustos, pero también, por las trampas del enemigo. Solo Dios nos puede limpiar y solo Él puede alejar el pecado de nuestras vidas.

No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.  Presta suma atención a estos asuntos. Entrégate de lleno a tus tareas, para que todos vean cuánto has progresado. Ten mucho cuidado de cómo vives y de lo que enseñas. Mantente firme en lo que es correcto por el bien de tu propia salvación y la de quienes te oyen. 1 Timoteo 4:14-16. NTV

Toma el desafío de crecer cada día más en el Señor. No te quedes estancado donde estás ahora, busca crecer poniéndote de pie cada vez que caigas, luego comienza a caminar, luego correr y finalmente volar en la presencia de Dios.

Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor. Hebreos 12:14. NTV

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