viernes, 8 de septiembre de 2017

Ojos de Amor



¿Por qué hacemos aseo en nuestra casa cuando sabemos que llegarán visitas? ¿Por qué nos preocupamos de ser cordiales con quienes acabamos de conocer?

Creo que es porque todos queremos dar una buena impresión. Porque no es lo mismo tomar una once entre familiares que viven juntos, que tomar once cuando hay visitas. La mala voluntad de un miembro de la familia que jamás prestaba su cuchillo, ahora se transforma en un respetuoso: “Toma usa mi cuchillo nomás”.

Cuando conocemos nuevas personas, y ellas nos dan una buena impresión, ya creemos que son perfectas, sobre todo si son hermanos en Cristo, líderes o pastores. Pero te quiero recordar algo: Todos tenemos nuestro carácter, el que poco a poco va apareciendo y va mostrando quienes somos en realidad. No estoy diciendo que siempre vendemos una imagen falsa de nosotros, sino que es la cordialidad y el conocer poco del otro, nos forma una idealización que puede no ser real.

Dios nos amó aun conociéndonos bien. Eso es algo maravilloso. Porque sabe lo malos que somos, lo orgullosos y tercos que nos ponemos, pero nos sigue amando. Ese es el ejemplo de amor que quiere que imitemos. Que aun conociendo las fallas y errores de los demás, les podamos seguir entregando nuestro amor en Dios.

No busques vengarte, ni guardes rencor contra tus hermanos israelitas, sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. Levítico. 19:18 NTV
El amor es la base de todas esas ordenanzas.

 Uno de los maestros de la ley religiosa estaba allí escuchando el debate. Se dio cuenta de que Jesús había contestado bien, entonces le preguntó: —De todos los mandamientos, ¿Cuál es el más importante?
Marcos 12:28 NTV
El gran mandamiento no aparece entre los 10 mandamientos. La pregunta del escriba no se refería al orden, sino al peso, dignidad e importancia de dichos mandamientos.

No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios. Romanos 13:8 NTV

Nunca está de más recordar que TODOS tenemos la posibilidad y riesgo de PECAR. Ni siquiera Pablo podía considerarse alguien intachable de forma permanente.

He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? Romanos 7:21-24. NTV
Es una lucha que todos tenemos.

¿Qué pasaría si nuestros padres nos dejaran de amar por la primera desobediencia o falta de respeto que hicimos contra ellos? Nos siguen amando a pesar de las cosas que les decimos o hacemos, así mismo es el amor de Dios, y así mismo es como quiere Dios que miremos y tratemos a los demás. Difícil, pero no imposible.

Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos. Juan 13:34-35 NTV.

Jesús amó a sus discípulos:

a.       Los eligió siendo pecadores.

b.       Les enseñó con paciencia.

c.       Conocía su falta de fe.

d.       Dejó que le mintieran en la cara. (Pedro juró morir por él)

e.       Cenó con todos ellos la noche antes de ser abandonado por ellos.

f.        Cenó y le lavó los pies a Judas Iscariote.

Piensa en las personas que te dijeron algo feo, quién te ofendió o te cae mal. Debes mirarlos como Jesús los mira, con esos ojos de amor con los que miró a sus discípulos, con los mismos ojos que vio a la mujer adúltera, los mismos ojos con los que vio a los diez leprosos, los mismos ojos con los que te vio a ti…

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