¿Por qué
hacemos aseo en nuestra casa cuando sabemos que llegarán visitas? ¿Por qué nos
preocupamos de ser cordiales con quienes acabamos de conocer?
Creo que es
porque todos queremos dar una buena impresión. Porque no es lo mismo tomar una
once entre familiares que viven juntos, que tomar once cuando hay visitas. La
mala voluntad de un miembro de la familia que jamás prestaba su cuchillo, ahora
se transforma en un respetuoso: “Toma usa mi cuchillo nomás”.
Cuando
conocemos nuevas personas, y ellas nos dan una buena impresión, ya creemos que
son perfectas, sobre todo si son hermanos en Cristo, líderes o pastores. Pero
te quiero recordar algo: Todos tenemos nuestro carácter, el que poco a poco va
apareciendo y va mostrando quienes somos en realidad. No estoy diciendo que
siempre vendemos una imagen falsa de nosotros, sino que es la cordialidad y el
conocer poco del otro, nos forma una idealización que puede no ser real.
Dios nos
amó aun conociéndonos bien. Eso es algo maravilloso. Porque sabe lo malos que
somos, lo orgullosos y tercos que nos ponemos, pero nos sigue amando. Ese es el
ejemplo de amor que quiere que imitemos. Que aun conociendo las fallas y errores
de los demás, les podamos seguir entregando nuestro amor en Dios.
No busques vengarte, ni guardes rencor contra tus hermanos israelitas, sino ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor. Levítico. 19:18 NTV
El amor es la base de todas esas ordenanzas.
Uno de los maestros de la ley religiosa estaba allí escuchando el debate. Se dio cuenta de que Jesús había contestado bien, entonces le preguntó: —De todos los mandamientos, ¿Cuál es el más importante?
Marcos
12:28 NTV
El gran mandamiento no aparece entre los 10 mandamientos. La pregunta del
escriba no se refería al orden, sino al peso, dignidad e importancia de dichos
mandamientos.
No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios. Romanos
13:8 NTV
Nunca está
de más recordar que TODOS tenemos la posibilidad y riesgo de PECAR. Ni siquiera
Pablo podía considerarse alguien intachable de forma permanente.
He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? Romanos
7:21-24. NTV
Es una lucha que todos tenemos.
¿Qué
pasaría si nuestros padres nos dejaran de amar por la primera desobediencia o
falta de respeto que hicimos contra ellos? Nos siguen amando a pesar de las
cosas que les decimos o hacemos, así mismo es el amor de Dios, y así mismo es
como quiere Dios que miremos y tratemos a los demás. Difícil, pero no
imposible.
Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos. Juan
13:34-35 NTV.
Jesús amó a
sus discípulos:
a. Los eligió siendo pecadores.
b. Les enseñó con paciencia.
c. Conocía su falta de fe.
d. Dejó que le mintieran en la cara.
(Pedro juró morir por él)
e. Cenó con todos ellos la noche antes
de ser abandonado por ellos.
f.
Cenó
y le lavó los pies a Judas Iscariote.
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