Pablo nos enseña que nuestra salvación no es por obra sino por gracia.
Sin embargo, hay hermanos que utilizan este pasaje como pretexto para hacer lo que creen conveniente, como una suerte de libertinaje.
La mejor manera de explicar la salvación por gracia es a través de la parábola de la bodas del cordero en Mateo 22:1-14.
Resumiendo la primera parte de la parábola:
El rey que preparó una fiesta de bodas para su hijo envió por medio de sus siervos un mensaje a los invitados para que asistan a ella, pero todos sus invitados los rechazaron.
La continuación desde el versículo 8 dice:
(8) Después dijo a sus siervos: La boda a la verdad está preparada, pero los invitados no eran dignos.
(9) Id pues a las encrucijadas de los caminos, y llamad a la fiesta de bodas a cuantos halléis.
(10) Y saliendo aquellos siervos a los caminos, reunieron a todos los que hallaron, tanto malos como buenos, y el salón de bodas se llenó de invitados.
(11) Pero cuando el rey entró a ver a los invitados, vio allí a un hombre no vestido con traje de boda.
(12) Y le dice: Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda? Pero él enmudeció.
(13) Entonces el rey dijo a los sirvientes: Atadlo de pies y manos y echadlo a la oscuridad de afuera, allí será el llanto y el crujido de los dientes;
(14) porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.
En el verso 10 dice que tanto buenos como malos fueron invitados a la boda.
ESA ES LA GRACIA de la que se habla en Efesios.
¿Qué mérito tuve para ser invitado a la boda? Ninguno; Si fuera por ser bueno entonces los malos no hubieran sido invitados. Tampoco éramos familiares del rey.
La invitación fue gratuita.
PERO después en el verso 11 se muestra a un invitado que no llegó con su traje de boda y fue echado ... a pesar de haber sido invitado.
La invitación es gratuita, pero si quieres participar en la boda debes llegar preparado(a) para ello.
Esa preparación es nuestra santidad, que obtenemos por medio de Jesús al hacer su voluntad, al obedecer sus mandamientos.
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y Yo lo amaré, y me manifestaré a él.
Juan 14:21
Nuestro amor a Jesús se manifiesta por medio de las acciones: Nuestra fe.
Dios te bendiga.
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