Yo tenía un compañero en la universidad que no le gustaba su nombre Rubén, prefería que llamaran por su segundo nombre: Ignacio ("nacho").
Si pudiera elegir entre estos dos nombres me quedaría con Rubén, "nacho" está muy trillado jaja.
Pero fuera del tema del nombre como tal, también existen los 'sobrenombres' que generalmente los dan por alguna cualidad de la persona, me refiero a aquellos que tienden a ser ... descalificativos.
Creo que si no está autorizado por la persona "afectada", deberíamos evitar llamar a alguien con sobrenombre, nuestro Señor Jesús nunca llamó a alguien con un sobrenombre de este tipo:
"Presten atención, guatones, escuchen la palabra de Dios".
O algo por el estilo, él siempre llamó a la gente por su nombre y/o con respeto.
¿Por qué?
Pues ... porque Dios también llama a las cosas por su nombre:
"El que cuenta la muchedumbre de las estrellas, a cada una la llama por su nombre."
Salmos 147:4
"Te daré los tesosoros escondidos, riquezas ocultas de los lugares secretos, para que sepas que Yo, YHVH, que te llama por tu nombre, Soy el Dios de Israel."
Isaías 45:3
Nosotros también deberíamos tomar ese ejemplo.
Hace mucho tiempo cuando jugaba a la "pichanga" con mis primos una vez se nos unió un adolescente que nunca habíamos conocido, pregunté "¿Cómo te llamas?" y otro adolescente tomó la palabra y nos dijo su sobrenombre.Y así durante todo el partido lo llamábamos por tal sobrenombre, a pesar que no me agradaba, no lo encontraba bien.
La segunda vez que jugué con él, antes de comenzar el partido le hice un par de preguntas
"Oye, ¿Te gusta que te llamen (censurado)?"
él me respondió con un "no".
"¿Cuál es tu nombre?" le pregunté.
me dijo su nombre y le dije
"Ya, yo te voy a llamar así".
Ese fue el último partido que jugué con él, no era muy hablador, pero también por eso no era capaz de dar su opinión, no le gustaba el sobrenombre que le dieron, y ¿por qué nunca dijo que no le gustaba? tal vez tenía miedo de perder a sus amigos.
Gracias a Dios los demás también comenzaron a llamarlo por su nombre desde que me oyeron llamándolo durante el partido.
Nuestro nombre es importante, nuestro nombre nos identifica, y a pesar de que el Señor probablemente no mandó un ángel del cielo para decirle a tus padres qué nombre debían colocarte, Él igual respeta esa decisión (obviamente a menos que te hayan dado un nombre ridículo, como algunos "padres" hacen ¬¬).
y así como el Señor lo hace, nostros también deberíamos tomar su ejemplo.
Dios te bendiga.