martes, 20 de marzo de 2018

Furia Inesperada

Soy profesor de bajo, donde actualmente mis estudiantes son 2 haitianos (John y Júpiter). Siempre les hago la clase en mi iglesia local, pero hace dos semanas no pudimos porque estuvieron trabajando unos hermanos haciendo arreglos. Entonces, decidimos hacer la clase en el templo de ellos.
Ya en mitad de la clase, se me ocurre salir a buscar algo que se me quedó en el auto. Afuera estaba el vecino continuo del templo. Era un hombre de de avanzada edad. Incluso se parecía a Iván Arenas (profesor Rosa). Estaba muy enojado y me gritó: "me tienen enfermo con el ruido que hacen! ¿Por qué no dejan de ensayar? Uds. son evangélicos y deberían tener compasión de la gente que trabaja". 


Me enojé mucho porque yo nunca había visto a ese viejito. Y me estaba hablando de muy mala forma. Le dije: "Sabe que si quieren pueden tocar música hasta las 9 o 10 de la noche si quieren...le recuerdo que son las 12 del día. Según la normativa vigente se puede ensayar o hacer eventos con un sistema de sonido hasta las 22 horas.)
En ese momento, su furia explotó y se acercó a mí de forma intimidante y me dijo: "¿Quieres probarlo a ver si llamo ahora a los carabineros?". 
Inspiré y luego expiré lentamente el aire para calmarme un poco. Pero creo que me dejé llevar por el enojo de ese anciano. Y le contesté: "soy abogado y conozco perfectamente lo que dice la normativa vigente". 
En ese instante, bajó la guardia y cambió su tono de voz, me dijo: "mi niño por favor, yo soy anciano, mire como estoy, podría decirle a los jóvenes que le bajen el volúmen?". Entonces, me dio pena, sentí compasión de aquel hombre, así que le respondí: "tranquilo, voy a hablar para que le bajen el volumen y trataremos de no ensayar aquí el próximo sábado". Me dijo: "ya gracias mi niño, es lo único que les pido". 
Cuando regresé al templo los estudiantes dejaron de tocar y le bajaron el volumen. 

Quedé mal después de esa discusión, porque me encontró desprevenido. Todo pasó tan rápido, que sin darme cuenta hice algo muy feo. Le restregué en la cara, a ese hombre enojado, mi título profesional para ganarle en la discusión. Eso fue porque me dejé llevar por su enojo. 

Es importante destacar que el enojo se contagia y muy rápido. Pero debemos tener cuidado de dejarnos llevar por la ira. Muchos comenzaron discutiendo por una tontería y terminaron matando a otra persona por eso. Consecuencias de una de las emociones más fuertes que tenemos dentro.

El Señor Jesús fue claro respecto a esto:

»Han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines. Si cometes asesinato quedarás sujeto a juicio” . Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno.
Mateo 5:21‭-‬22 NTV

El Señor se antepone a la situación del homicidio. Se dirige a lo que va antes de eso. El Señor ataca la raíz de ese mal, que es el enojo y la ira.

Debemos seguir el consejo del libro de Proverbios 15:1 NTV:

La respuesta apacible desvía el enojo, pero las palabras ásperas encienden los ánimos.

Le pedí perdón a Dios por eso. Aprendí una gran lección y no deseo repetirlo nunca más... Y espero que tu tampoco. 
Dios te bendiga!!!

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