martes, 25 de septiembre de 2018

Esa simple palabra que nos habla

Una palabra es suficiente para saber cómo estamos ante Dios.



Mientras Jesús celebraba la Pascua con sus discípulos, él declaró que uno de ellos lo traicionaría.

Así, uno por uno, cada discípulo le preguntaba "¿Acaso seré yo, Señor?" 
A diferencia de uno en particular: Judas Iscariote le preguntó "¿Acaso seré yo, Rabí?" 

"Tú lo has dicho" - le contestó Jesús. (Mateo 26:17-25)

No es lo mismo llamar a Jesús Señor y Rabí. Todos los discípulos a excepción de uno lo veían como Señor. Ahí es cuando nos damos cuenta de que Judas Iscariote veía a Jesús como a uno más de entre los maestros, y no como Señor, Hijo de Dios.

Eso es lo que un sutil cambio en una palabra puede hablarnos de esa persona.

 El mismo ejemplo lo vemos en Saúl. En 1 Samuel 15:

 Al rey Saúl, Dios le dio la orden de acabar con la ciudad de Amalec, destruir todo y no dejar nada, ni un animal y ni una persona con vida; pero Saúl dejó con vida los mejores animales y capturó con vida a su rey.

Cuando Samuel llega después de la batalla le preguntá a Saúl por qué no cumplió con todas las instrucciones. A lo que Saúl replicó:

"... Dejaron con vida a las mejores ovejas y vacas para ofrecerlas al Señor tu Dios, pero todo lo demás lo destruimos". (v.15)

 "tu Dios". Aquí Saúl declara que el Señor NO ES su Dios porque de lo contrario hubiera dicho "nuestro Dios".

 Después de esto Dios se arrepintió de haber hecho a Saúl rey y le dijo que le quitaría el reino por causa de su desobediencia.

Una sola palabra basta para saber lo que tenemos en el corazón. Esa palabra nos habla y nos da a entender nuestra condición.

Esto no lo digo para que andes atento a lo que dice tu hermano, sino más bien para ti mismo. Una de nuestras propias palabras basta para saber nuestra relación con Dios.

Por eso, observémonos a nosotros mismos, que observemos la manera en que elegimos nuestras palabras, y si encontramos algo raro, ponernos en oración y arrepentimiento para poder volver al camino de Dios.

Que Él sea NUESTRO Dios y NUESTRO Señor. 

Dios te bendiga.

 

martes, 18 de septiembre de 2018

Tarde o temprano te vas a topar con...




Esta semana deseo que reflexionemos sobre nuestras decisiones. Tomé esta reflexión de la web. Para mí fue de mucha bendición y espero que lo sea también para ti. Está dirigida primero a los chicos y luego a las chicas. Aquí va:

La Biblia dice que debemos huir de las pasiones juveniles, pero (para los hombres) tarde o temprano te vas a topar con:

María de Magdala y vas a tener que liberarla, no salir corriendo,

Tarde o temprano te vas a topar con Rahab y vas a tener que rescatarla,

Tarde o temprano te vas a topar con Abigail y vas a tener que escucharla,

Tarde o temprano te encontraras con Jezabel y tendrás que enfrentarla,

Cuando en tu camino te encuentres con Dalila huye, niégate a ti mismo,

Cuando Betsabe se apodere de tus sentidos y te prenda con su hermosura, compórtate como lo que eres y no le hagas propuestas indecentes,

De manera que al encontrarte con Rut o Ester puedas casarte confiadamente siendo dirigido por Dios,

En otras palabras, tal vez te conozcas a ti mismo y al Espíritu Santo, por lo tanto, sabrás qué hacer en cada uno de esos casos (NO SOLO HUIR).

Y en cuanto a las Mujeres, recuerda que tu fuiste diseñada y creada por Dios, eres buena, de manera que no debes menospreciarte a ti misma, deja de escuchar la voz del diablo que te dice: Las mujeres son del diablo (MENTIRA) Las mujeres siempre son malas (MENTIRAS) deja de oír y de decirte a ti misma esas cosas y escucha a tu papá que te dice:

Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te ame; daré, pues hombres por ti y naciones por tu vida

Solo ten en cuenta que la regla de oro es "HUIR"

Pero cuando te encuentres con Jesús, deja que te libere,

Porque tarde o temprano te vas a encontrar con los espías y vas a tener que ayudarlos,

Tarde o temprano se te dará la oportunidad de aconsejar a un rey, se sabia,

De esta forma, cuando conozcas a Elías, no lo persigas a él,

Ni de Sansón hagas tu presa,

Cuando te encuentres con El Rey David, dile que NO, por muy bueno que esté,

Para que cuando se presente ante ti Isaac puedas decirle que sí, sabiendo que Dios lo eligió entre diez mil para ti.

BASES BÍBLICAS:

2 Timoteo 2:22 Huye de las Pasiones Juveniles.

Lucas 8:2 Jesús Libera a Maria de Magdala.

Josué 2 y 6:22-23 La captura de Jericó.

1 Samuel 25 David y Abigail.

1 Reyes 19:1-18 Elias y Jezabel.

Jueces 16:4-22 Sansón y Dalila.

2 Samuel 11 David y Betsabé.

El libro de Rut que se encuentra entre el libro de Jueces y 1 de Samuel.

El libro de Ester que está entre los libros Job y Salmos.

+ Reflexión tomada del grupo cerrado de Facebbok llamado: "Comunidad Software Redil".

martes, 11 de septiembre de 2018

¿Es bueno un milagro?


Hubo un tiempo en que estuve orando al Señor por ... ¡milagros! cosas extraordinarias que Dios pudiera hacer en mi iglesia.

Pero Dios también me mostró que los milagros a veces nunca fueron el plan original, y hay veces en que tienen su tiempo y luego deben irse.

Observemos el maná que recibió el pueblo de Israel mientras anduvo en el desierto. Se puede considerar como un milagro; estamos hablando de un alimento que aparecía esparcido por todo el campamento israelíta que debía ser recogido todas las mañanas. No obstante, cuando Israel comenzó a poseer la tierra prometida el maná cesó.

¿Por qué Dios no siguió dando este milagro?

La pista la tenemos en Deuteronomio 8:18

"Antes bien, recordarás a YHVH tu Dios, pues Él es quien te da fuerza para hacer riqueza, a fin de confirmar el pacto que juró a tus padres, como se ve en este día."

Piénsalo: el maná era un alimento gratuito que no se obtenía por medio del esfuerzo humano. Si sólo recibes maná, esa "fuerza para hacer riqueza" no puede cumplirse porque no hay esfuerzo en obtener ese alimento. No comparable a que un israelita tenga su propia parcela con ganado y por medio de su esfuerzo y trabajo pueda obtener alimento de ella (frutas, verduras, carne, pan, vino, etc).



Al final, el maná era un milagro, pero también era un testimonio de que el pacto no se ha cumplido y de que Israel todavía no ha heredado la promesa; y desde el momento en que Israel comenzó a conquistar la tierra fue el momento en que el maná comenzó a cesar.

¿Entonces qué prefieres?
  • ¿Vivir del milagroso maná?
  • ¿Vivir de la bendición que Dios le da a tu esfuerzo?

Hay momentos en que las familias pasan por un tiempo económico crítico y el Señor manda su ayuda para sustentarle con esa ayuda milagrosa. ¡Damos gracias a Dios por esa bendición! ¡Por no dejar a sus fieles desamparados!.
Pero eso es algo temporal. El plan original de Dios, su promesa, siempre ha sido que seas bendecido por lo que haces, Dios no nos quiere ver vivir así el resto de nuestras vidas, esa no fue su promesa.

Los milagros son buenos, pero hay milagros que se tienen que ir para bien de nuestras vidas también, para confirmar que hemos heredado sus promesas.

Así que no seamos flojos y esforcémonos; que Dios te conceda su bendición por medio de ese esfuerzo que empleas, ¡que el Señor cumpla su pacto en ti!

¡Dios te bendiga!


martes, 4 de septiembre de 2018

La oración primero


Debo reconocer que estos últimos meses he estado muy ansioso y a veces desesperado. No por el solo hecho de uno ser hijo de Dios estará libre de pasar por problemas. A todos nos puede pasar que entramos en una baja espiritual. Puede ser que te pase eso por un problema puntual, por estar descontento con tu presente o simplemente no encuentras una buena razón para poder seguir viviendo. El camino se vuelve pedregoso y cuesta arriba. 

Es justamente ahí, en ese instante, cuando lo primero que debemos hacer es ORAR. Sí, buscar a Dios presentándole lo que estás pasando. Obviamente, Dios sabe lo que te sucede, pero Él desea que confíemos en Él y acudamos a Él en momentos de dificuldad. 

Orar es una de las mejores formas de obtener paz y nuevas fuerzas. Es poner nuestra confianza en el Dios que todo lo puede. 

Orar es gratis.
Orar lo puedes hacer en cualquier momento.
Al orar estás inmediatamente en contacto directo con Dios mismo. 

No hay excusas. Ya sabes lo que es bueno hacer en momentos difíciles.

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.
Filipenses 4:6 NTV

Dios te bendiga!!!