Hoy les traigo una historia que he decido dividir en dos partes para no hacerlo tan largo:
Había una vez un hábil jardinero
que se propuso a cultivar el mejor jardín jamás visto
con toda clase de árboles y flores que la tierra del patio trasero y el clima de su casa le permitiría.
Así dispuso toda su energía, talento, y sobre todo paciencia para poder lograr su proyecto.
Día tras día se esforzó, dando hasta lo último de sus fuerzas en medio del abrasador calor.
Muchas semanas más tarde nuestro jardinero tenía el jardín que siempre deseó, ¡el mejor de la ciudad!. Ganó concursos de jardinería gracias a su esfuerzo y tiempo dedicados a su patio.
No había duda, este jardinero tenía talento, pero aún así él no estaba conforme con su jardín.
¿Cómo puedo mejorar mi jardín aún más? Hasta ser el más bello jamás plantado. "Debe haber alguna manera", pensó.
Su respuesta nunca llegó a ser respondida, no se le podía ocurrir de qué manera mejorar su jardín ... hasta que cierto día alguien le habló del famoso "sabio" de la ciudad, que se decía que tenía todas las respuestas y que se dedicaba a vender chucherías en la feria.
Decidido, se fue a buscarlo en la feria preguntando a los vendedores dónde estaba el puesto del tal "sabio".
¿Tú eres al que le dicen el "sabio"? le preguntó al anciano.
¿Qué deseas saber? le preguntó de vuelta el anciano.
Y así el jardinero le comunicó su deseo de tener el mejor jardín jamás visto y que quería hermosearlo aún más si pudiera.
"La respuesta es sencilla" respondió el anciano, "¿Has visto las mariposas?"
"Tienen el poder para embellecer cualquier cosa sobre la que posen, no importa si la planta no posee flores, la mariposa la embellecerá de igual manera".
¡Tiene razón! si mi jardín estuviera lleno de mariposas, entonces mi jardín sería indudablemente bello.
- ¡Quiero mariposas en mi jardín!
- OK.
- ...¿? ¿Puedes llevar mariposas a mi jardín?
- ¡Pues claro!
- ¿Cómo lo harás?
- No te preocupes por eso, dime dónde está tu jardín y yo te enviaré mariposas, después sólo tendrás que esperar un poco de tiempo.
Así el jardinero le dijo dónde estaba su casa y su jardín.
Varios días pasaron y el jardinero se preguntaba si el "sabio" ya le había mandado las mariposas, de lejos no se veía cambio alguno.
Hasta que el jardinero se acercó lo suficiente para observar bien si había o no habían mariposas.
¡Mi jardín! ¡Arruinado!, ¿Qué está pasando aquí?
"¿Orugas? ¡Han invadido mi jardín y lo están arruinando!"
De inmediato el jardinero buscó entre su jardín a toda oruga escondida entre las hojas y las echó inmediatamente.
El jardinero fue a ver al "sabio" y le contó lo sucedido.
- "Yo coloqué las orugas en tu jardín" respondió el anciano.
- "¡¿Pero qué?! Tú me prometiste mariposas, ¡no orugas! y mi jardín ... ¡arruinado!"
- Mariposas, mariposas, todo el mundo desea mariposas, pero nadie está interesado en las orugas, y no se dan cuenta que las mariposas provienen de las orugas, al final los dos son el mismo animal. Aunque la mariposa embellece lo que toca, la oruga lo arruina. Es parte del proceso, la oruga no podrá en un futuro embellecer si no arruina algo primero.
(La explicación de la historia estará en la segunda parte)
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