lunes, 1 de agosto de 2016

¿Controlas o eres controlado? - Jóvenes cristianos en Redes Sociales


Las Redes sociales son un medio de comunicación masiva. Ha llegado a tener un alcance tan grande que supera a la televisión, de hecho mucho de lo que muestran los noticieros, nosotros ya lo vimos horas antes o mientras estaba ocurriendo. Las redes sociales llegaron para quedarse. Ya son parte de nuestra vida. Nos comunicamos casi solo a través de ellas. Por eso, las compañías telefónicas han cambiado sus planes a bolsas de datos y planes de internet, como lo principal, dejando en un plano menor las llamadas y los sms. Todo debido al cambio en el uso que hacemos a las redes sociales.

Hoy un joven que no está en las redes sociales prácticamente no existe, no se entera de nada, a no ser que alguien bueno le avise por otro medio. De hecho la iglesia ya está en las redes sociales. No solo en el sentido de que pastores y artistas cristianos estén en ellas, sino en que la iglesia local las utiliza para realizar, organizar y promover sus actividades. Si se suspende una reunión, se coloca en el muro de la iglesia que tiene un perfil creado como tal. Antiguamente se tenía que llamar a cada hermano a su teléfono fijo. Hoy se llama a las abuelitas no más jaja.

¿Te sabes de memoria el teléfono celular de tu líder? ¿Te sabes el número de teléfono de la persona que te gusta? A la antigua, uno se lo aprendía, porque uno pasaba todo el tiempo llamando o luchaba para llamar a la persona que nos gustaba. Hoy no, todo se hace por las redes sociales.

Antes: Uno hablaba personalmente con la gente, llamábamos a su teléfono o íbamos a su casa.

Ahora: Hablamos por whatsapp o messenger o direct. Y ahí aparece todo ese mundo del “visto” o “doble check”.

¿Son negativas las redes sociales? ¿Son positivas?
Respuesta: Depende del uso que le demos.

Algunas verdades duras de las Redes sociales:
1.    Son gratis por algo…el producto somos nosotros. Hay personas que controlan sus redes sociales, pero hay casos en que son las redes sociales las que controlan a las personas.

2.    Es una radiografía: Las redes sociales que usamos son una radiografía de quienes somos. “Hay pero que prejuicios más grandes”. ¿Acaso no has revisado el perfil de alguien solo para saber qué tipo de persona es?

3.   Te presento a Creyente Tibio:

Tiene 18 años y utiliza todo el tiempo las redes sociales, como todos sus amigos. Creyente tibio dice que es cristiano, al ver su perfil en Facebook da a entender que cree en Jesús y asiste a una iglesia.

Creyente tibio tiene la costumbre de tomarse fotos a sí mismo, buscando lucir atractivo o interesante, y subir esas fotos por montones a la red, dos, tres, cuatro y hasta cinco fotos por día de sí mismo.

Imagínate que por tu escuela te mandan al centro de tu ciudad y te asignan una pared donde tienes que decorarla como tú quieras. Imprimes tus selfies y las pegas llenando todo el espacio que te dieron. Las personas que pasan solo ven que una persona colocó muchas fotos de sí mismo. Algunos te encontrarán atractivo mientras que otros pensarán acerca de tus motivaciones. ¿Por qué hizo eso? ¿Qué buscaba lograr? Por alguna razón los perfiles se llaman “muros”.

No digo que sea malo en sí sacarse una que otra selfie. El error lo veo en que resaltamos tanto nuestra persona (tenemos herramientas que nos brindan para llegar a eso) que nuestros perfiles parecen un culto a nosotros mismos. Eso tiene un nombre en la Biblia: se llama Idolatría.

Casi no se puede corregir nada a otro cristiano por lo que haga en redes sociales, porque te tildarán de crítico, cuadrado, legalista, etc. Pero si caminas por una calle que está llena de basura, puedes cerrar tus ojos para no verla, pero igual la sentirás porque tu nariz captará el mal olor. Nos damos cuenta de lo que hacen mal otros en la redes sociales, no por querer juzgarlas, sino porque se torna demasiado difícil ignorarlo.

Los creyentes tibios le hacen más daño al evangelio que los ataques de los ateos. Porque dan mensajes contradictorios. Van a la iglesia, pero en sus perfiles no hay rastros de Cristo. Es como la joven que proclama querer a un hombre que la ame por su inteligencia, pero se viste y actúa de forma sugerente, para claramente, llamar la atención del sexo opuesto hacia su cuerpo. ¡Nadie le creería!
4.    El Jesús que inventamos: Muchos creemos en Jesús, pero no el de la Biblia. Más bien parece un genio mágico que un Señor de todo. Es una especie de hippie cósmico. Ese Jesús no se preocupa por tu vanidad, hipocresía, orgullo y pecado, por las groserías que dices de vez en cuando, ni por tus tweets y estados en Facebook. Ese Jesús no te incomoda porque es igual a ti, le gusta lo mismo que a ti y detesta lo mismo que a ti. ¿Qué coincidencia no?


Pero necesitamos urgentemente conocer al verdadero Jesús y dejarnos guiar por él, aunque muchas veces nos pida hacer algo que no nos gusta, pero será para nuestro crecimiento espiritual. 

¿Qué quiere Dios que haga entonces en las redes sociales?

Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31
Hacerlo para la gloria de Dios. Mostrar todo lo que esté a nuestro alcance que él sea adorado.

No es:

a-   Ser religioso: juzgar y criticar a los pecadores. 

b-   Aburrido: mostrar que ser cristiano es ser aburrido, refleja que Dios y la Biblia también lo es. Siendo que eres tú el aburrido.

c-    No es solo compartir versos, frases, videos o imágenes cristianas: Esto es una base, hacerlo está bien. Pero debes ir más allá. Es hacer lo correcto cuando las usas. Dar un ejemplo de conducta en tu trato con las demás personas, no necesariamente en lo que publicas, sino en tus ME GUSTA y comentarios.

Consejos prácticos:

1.   Lee más tu Biblia que Facebook, Tweeter, tu bandeja de Gmail, etc.

Si tu principal fuente de alimento espiritual son versículos, frases cristianas e imágenes inspiradoras, apaga el pc, Tablet o celular, y ponte a leer tu Biblia. Luego pensarás: “¿Por qué rayos no leía la Biblia antes?”.

+ Recomendación: Lee Proverbios.

2.   Sé una persona de oración.

La oración es nuestro medio directo para comunicarnos con Dios. No desde el muro de Dios o Jesús en Facebook o Tweeter. La oración te ayuda a fortalecerte en toda circunstancia. Cuando oras en privado no hay ningún ser humano al cual querer impresionar, eso nos libera de la hipocresía, para rendir nuestra vida solo para Dios.

3.   No descuides tus relaciones cercanas.

Dios no se glorifica cuando tus prioridades están desordenadas. Las redes sociales tienen el poder de acercarte a los que se encuentran en un lugar lejano, pero también, te alejan sin que te des cuenta de las personas que están cerca.


4.   Organiza y ajusta el tiempo en que estarás en redes sociales.

Puedes estar conectado con lo que está pasando, comunicándole con tus amigos. Pero hay cosas con las que no deberías ceder: tiempo con tu familia, tiempo en la iglesia, tiempo de dormir, de hacer tus necesidades, incluso al manejar tu auto y caminar por la calle.

5.   Considera tomar periodos prolongados de tiempo libre de internet.

Te recomiendo que vayas de a poco, dejando horas libres, luego días. No es prudente publicar que te retirarás un tiempo, mejor solo hazlo. Si lo publicas estarás cayendo en la vanidad llamar la atención (Quienes te aman te encontrarán como sea), y puede atraer críticas innecesarias si finalmente no lo haces.  

6.   Se sabio en lidiar con necios.

Dios se glorifica cuando sabes cortar una conversación con alguien que no cambiará su opinión. Es bueno pedirle sabiduría al Señor para saber cuándo y cómo responderles.

7.   Sé humilde.

Esta es un atributo del Señor Jesús. Puede que les brindes tu ayuda desinteresadamente a algunas personas en la parte espiritual, y que estos no muestren frutos de lo que has sembrado en ellos. En realidad no debes sentirte airado con ellos, todo lo que hacemos es para Dios y todo es gracias a Él. No caigamos en la vanagloria de pensar que las personas se acercaron al Señor por nuestros méritos humanos, debemos dar la gloria a él.

8.   No publiques TODA tu vida en las redes sociales.


Les voy a decir algo que puede cambiar su vida: Hay vida fuera de Internet. ¿Cuántas veces dejas de hacer lo que estás haciendo para publicar que estabas haciendo eso? Dejaste de ver esa parte de la película, cortaste la conversación con tus amigos, dejaste de disfrutar el concierto al que fuiste por tratar de sacar fotos y grabarlo.
* Recopilado y adaptado del ebook "Cristiano Generación Facebook" de Josué Barrios. Disponible en Amazon.com